Bouffonneries ~PRV~

por **Mariya** Mar Abr 24, 2012 1:11 am

Aburrido~~ Esa escuela era mas aburrida de lo que imagine y apenas si encontraba con que o quien divertirme. Vagaba por los pasillos, abriendo salones, hurgando entre los papeles de los cajones para ver si me encontraba con algo interesante aunque mas que nada era para desordenar el papelerío que tenían. Continúe haciendo esas travesuras para entretenerme un rato ya que ni siquiera había clases aun hasta que finalmente termine en el despacho de los directores. Ahora que lo veía, me había dado cuenta que ni siquiera los había visto, a ninguno de ellos y eso era ya por si solo extraño.
Con una sonrisa maliciosa en los labios comencé a buscar entre los papeles alguna información o algo que me pudiese servir para conocer a los misteriosos dueños de aquella institución y tras un rato, me tope con la dirección de solo uno de ellos. No sabía exactamente si ahí vivía únicamente él o si los demás estaban dentro de la dirección de su residencia pero poco importaba era una buena oportunidad para… divertirme ~~
Con ese papel en mano me escabullí nuevamente por los pasillos, y salí de la escuela para dirigirme a la parte trasera de los jardines que era el área menos cuidada del lugar y me daría la oportunidad perfecta para escaparme al menos por un rato en lo que llevaba acabo mi… travesura…
Sin mas, cruce la reja que daba a la calle en los jardines y tenia la fortuna de que su residencia no estaba muy lejos de ahí, por lo que no me tarde ni una hora en llegar caminando. Aquel lugar era mas que enorme y obviamente desde afuera se veía lo lujoso que era, pero por ahora no me molestaría en investigar los alrededores, lo realmente divertido estaría adentro por lo que tuve que rodear un poco para encontrar una barda que estuviese a mi altura para poderle brincar. Justo en la parte trasera de semejante mansión había una barda con algunas coartadas por la que podría trepar. Después de un pequeño esfuerzo conseguí colarme a los jardines de aquel lugar, pero aun no podía cantar victoria ya que estar dentro era el verdadero reto. Con cuidado, camine por los jardines, en busca de alguna ventana o si mi suerte era mucha, una puerta abierta aunque era mas que obvio que primero me encontraría con la ventana de un segundo piso abierta.
Subir no seria mucho problema, había un largo tubo justo aun lado y ya que me empezaba a divertir comencé, sin pensarlo a subir por este para llegar a la ventana. Al querer pasar, de aquel tuvo a dentro del lugar, di un pequeño mal apoye y estuve apunto de caer, de no haber sido por una larga cortina de la cual gracias a mis reflejos logre atrapar con una de mis manos, logrando así adentrarme a la habitación aunque por consecuencia y al cargar todo mi peso, el cortinero se vino abajo, envolviéndole con las largas cortinas las cuales me quite de encima dejándoles sobre el suelo.
-Bueno… ahora que tenemos aquí~~…-
Sonreí con malicia y con las manos tras mi espalda comencé a caminar en leves pasos con un modo un tanto infantil por la habitación en donde me encontraba.
-Tsk… me pregunto de quien será esta habitación tan ostentosa…-
Solté apenas una ligera risa y me acerque al tocador para observar las cosas que había sobre este antes de atreverme sin ninguna preocupación a abrir uno de los cajones de donde a diestra y siniestra comencé a sacar la ropa que pertenecía al dueño de ese lugar, dejándola caer al suelo o arrojándola por todo el sitio, dejando que esta cayera sobre algunos muebles. Lo que no me di cuenta, fue que entre aquellas prendas había una pequeña cadena con una cruz al final la cual tenía incrustada una pequeña gema carmesí; para mi, ese tipo de joyas eran mas que atrayentes, pero por culpa de mi distracción el bello objeto ahora pendía de lo mas alto del espejo del tocador.
Sin pensarlo mucho y dejándome llevar por lo bonito de la joya, apoye una de mis rodillas en la mesa del tocador, seguida de la otra para poder treparme por completo y ponerme de pie para poder alcanzar aquella cadena. Sin embargo cuando me estire por ella, no me fije donde apoyaba uno de mis pies y descuidadamente pise algún frasco de colonia, causante de que casi cayera al piso, de no ser porque me sostuve del espejo y lo único que paso fue que aquel frasco fuera a romperse al piso. Suspire con algo de molestia por aquel nuevo accidente y de un salto me baje del tocador con aquella cadena en mi mano. Estaba analizando la pequeña joya e iba avanzando hacia una silla sin contar con que seria mi propio desastre el que me jugaría una mala pasada, ya que una de las prendas, una camisa para ser exactos se enredo en uno de mis pies al caminar y al ir distraído en la pequeña cruz no pude reaccionar a tiempo por lo que inevitablemente caí al suelo.
No supe en que momento mi suerte se había puesto tan del asco… inclusive ese frasco que hacia unos momentos había tirado, ahora, los pequeños vidrios del cristal de este estaban incrustados en la palma de una de mis manos. Solté un par de quejidos y maldije en mis adentros aquel frasco antes de incorporarme, quedando de rodillas en el suelo y con total desagrado y una mueca de dolor en mi rostro comencé a sacar los pequeños vidrios de la piel de mi mano. La sangre de la herida no se hizo esperar y antes de que llegara mas lejos de la palma de mi mano, tome esa camisa queme había hecho caer y comencé a limpiarle lo más rápido posible para salir de ese fastidioso lugar.